Ensayo:
Mala Junta - Dirección por Claudia Huaiquimilla
Mala junta es
un film Chileno que te hace comprender
dos problemáticas principales en nuestro país. La represión indiscriminada del pueblo Mapuche
y la vulnerabilidad de los niños y adolescentes que ha existido por años en
nuestra sociedad.
Dos personajes
adolescentes que se unen en una amistad bastante particular teniendo cada uno
realidades diferentes. Tano un joven santiaguino que delinque, su madre y
padrastro lo maltratan y es amenazado con ser enviado al Sename y Cheo un
adolescente mapuche tímido que vive la represión brutal en su comunidad por la
fuerza policial.
Esta obra
tiene una relevancia tremenda en cuanto al contexto actual chileno, partiendo
por la existencia del Sename que supuestamente debería intervenir de forma
multidisciplinaria para poder volver a re insertar a jóvenes que delinquen o han
vivido realidades horribles en sus entornos familiares y así priorizar la
protección total de este. Pero no, el Sename es la cuna de la violación de
derechos de infancia, una cuna
repudiable que solo crea más heridas y traumas a niños de distintas edades,
generando incluso tolerancia a la violencia y repetir patrones abusivos que se
terminan viendo reflejados en una sociedad desigual e individualista
marcándolos como “niños problema” para siempre y nunca darle oportunidades para
mejorar su calidad de vida.
Mientras que
la represión repugnante que se lleva a cabo por años en comunidades mapuches no
solo violenta a niños sino que a ancianos , mujeres y toda persona que sea
mapuche como tal, reflejando un intento de eliminación de nuestra raíces
indígenas, nuestra verdadera raíz como país y un amor por la naturaleza que
debería ser fundamental. Pero todo esto se intenta apagar con más violencia.
Esta película
realmente abre los ojos de una forma impresionante en esas dos temáticas, o en
otras palabras, hechos que aún siguen ocurriendo en nuestro país. Sensibiliza tanto que te hace
ponerte en el lugar de los dos protagonistas en sus realidades de violencia.
Chile hoy
lucha por una serie de cambios profundos y necesarios, que llega a parecer una
lista realmente interminable, por la tremenda desigualdad presente en nuestros
pilares fundamentales a nivel país, como la salud, educación, los recursos
naturales, el velar por los derechos básicos
para todos y que hoy solo se consideran para algunos con estatus
sociales mayores mientras que los que son de bajo estatus social no tienen
acceso, entre otras cosas de esta gran lista.
Gracias a esta
hermosa película tanto en lo fotográfico como en la narrativa, logra que uno
comprenda de forma profunda estos problemas alimentados por años por gente del
estado, un estado que ha hecho oídos sordos y que hoy con nuestro despertar
actual de millones de personas vuelve a demostrar ineficiencia y seguir
haciendo oídos sordos a la necesidad de sus ciudadanos, llegando a la violencia
directa de toda persona que se manifieste por sus derechos.
Siento
vergüenza por haber criticado en tiempos anteriores a capuchas que antes veía
como personas que hacían solo vandalismo y
que a pesar de no tener una
educación decente hoy son primera línea en las manifestaciones o están pendiente
de proteger a otros que lo necesiten. Siento vergüenza no haber logrado
comprender tan a fondo el conflicto mapuche años anteriores y no alzar la voz.
Agradezco un
despertar consciente que apareció gracias a la contingencia nacional, a un
sentir colectivo de unión y por el hecho de vivir en un sector de Santiago
donde en las primeras semanas de manifestación pacos nos disparaban con
balines, perdigones y lacrimógenas adentro de nuestros edificios sin importar
que hubiese niños y ancianos. Teniendo
una sensación constante de no estar seguro en tu propio hogar ya que
carabineros te ven como un delincuente y si te atrapa te harán de todo. Una
sensación brutal de no saber si vas a salir ileso cada día por el simple hecho
de alzar la voz por tus derechos.
Hoy más que
nunca esta película llega hasta el alma, hoy más que nunca se comprende estas
dos realidades que solo nos hacia comentarlas de forma superficial sin ver el
verdadero problema. Hoy entendemos que hay que hacer cambios, hoy entendemos al
pueblo mapuche, hoy entendemos la rabia de los niños del Sename. Hoy se admira
esta película aún más, ya que es un gran
paralelo de lo que está ocurriendo en la actualidad a gran escala.